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...una esfera... es la más perfecta
de las
figuras y la más semejante a sí
misma..
Platón
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La esfera tras el biombo fragua el arquetipo,
anécdota que el cuerpo secular convoca.
En la primera forma de la luz, el cuarzo
enhebra un dédalo en los muslos femeninos,
y se envanece en el mercurio de una letra. |
Nada es premisa sino el musitar barroco
que resplandece en el murmullo hegeliano:
un cuerpo inmóvil en la estrofa de algún
río,
la enfermedad del yo en ojo vigilante
frente a la cita del objeto y su espesura. |
La imagen circular se engendra entre su abismo,
concavidad de espejo donde el nombre es barro,
lezámico decir, imantación del fuego
que forja el único lenguaje de las eras:
sumario del reflejo en el dictamen arduo. |
La esfera tras el biombo es ser en cofradía.
Toda figura se congrega en vientre múltiple,
en página que en su fragor describe lluvias,
idioma, un rostro en cinco letras lejanísimas:
fascinación plural en seda del instante. |
(Tras el biombo)
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