Huapango del payo
A caballo ijando espuela 
la hembra a palmo de su silla, 
silba con lumbre de menta 
el oro de sus verijas. 
Tantea sus pechos y siente 
un río de mil orillas 
-vértigo de ser tan breve 
como un buche de tequila.
Dónde andará este matrero 
fiando el querreque de payo 
a la hembra del carpintero. 
Le dicen el gallo prieto 
lo nombran hijo del diablo 
lo apodan el pito suelto. 
Dónde andará este labiero 
con luz de espíritu santo. 
Visor de rabillo mira 
el sol, la arboleda, el cielo. 
Extiende su sarape, atisba 
con baba en labio, el tiempo 
del pezón con sus sílabas.
Con su agua verde hasta el cuello 
entra, puja y ensaliva, 
le ordena a ciegas los huesos, 
decúbito como un perro 
el fogón revienta hormigas.
Dónde andará este matrero 
fiando el querreque de payo 
a la hija del panadero. 
Le dicen el gallo prieto 
lo nombran hijo del diablo 
lo apodan el pito suelto. 
Dónde andará este labiero 
con luz de espíritu santo.
Al rezongo de su dueño 
cocea el garañón, respinga. 
Atrás quedó la hembra. El eco 
que oye tiene alma, no vida.
 
 
(Espuela para demorar el viaje)
 


 
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