Carlos Drummond de Andrade y la fábula
de la piedra
Con el paso del tiempo, un incidente fundacional en la
carrera literaria de Carlos Drummond de Andrade (1902-1987) se ha convertido
en una fábula medular de la historia de la poesía brasileña
contemporánea. Cuando el poeta publicó "No meio do camino"
–en el número 3 de la Revista de Antropofagia (julio de 1928)–
seguramente no imaginó que lanzaba una verdadera "piedra de toque"
en el desarrollo de la poesía brasileña: "No meio do caminho
tinha uma pedra / tinha uma pedra no meio do caminho / tinha uma pedra
/ no meio do caminho tinha uma pedra. // Nunca me esquecerei desse acontecimento
/ na vida de minhas retinas tão fatigadas. / Nunca me esquecerei
que no meio do caminho / tinha uma pedra / tinha uma pedra no meio do caminho
/ no meio do caminho tinha uma pedra". Si Mário de Andrade le había
comentado por carta,1 en 1924,
que el poema era formidable y que le parecía un ejemplo fuerte,
bien logrado y "psicológico" (las inclinaciones de Mário
por ese tipo de análisis fueron frecuentes) del "cansancio intelectual",
cuando apareció en la provocadora revista, los elogios no se repitieron,
aunque tampoco hubo repudios, como los que se verían después,
sino que más bien el poema pasó un tanto desapercibido. El
clima belicoso de la llamada "fase heroica" del Modernismo –la vanguardia
brasileña que llevó a cabo la ruptura frontal con los cánones
estéticos anteriores– se había entibiado un poco: el uso
de manifiestos comenzaba a declinar, el desparpajo del poema piada
(poema-broma) había perdido parte de su prestigio original y, como
Mário señalaría más tarde, se acercaba la hora
en que la fase de destrucción cedería su lugar a un ciclo
constructivo.
Drummond estaba consciente de esta
situación y por ello su primer libro llevaría el modesto
título de Alguma poesia (1930). No sólo le parecían
innecesarios los gestos de ruptura grandilocuentes en el panorama poético
del momento sino que tenía la certeza de que el lugar del poeta
en el mundo moderno es marginal. "Impossível compor um poema a essa
altura da evolução da humanidade. / Impossível escrever
um poema –uma linha que seja– de verdadeira poesia", nos dice al principio
de "O sobrevivente", para rematar con "Inabitável, o mundo é
cada vez mais habitado. / E se os olhos reaprendessem a chorar seria um
segundo dilúvio. / (Desconfio que escrevi um poema)". Esta mezcla
de ironía y humor, templados por la amargura y la resignación,
está presente en Alguma poesia, al lado de otros rasgos típicamente
modernistas, como el mencionado poema-piada ("É preciso fazer
um poema sobre Bahia... / Mas eu nunca fui lá"), el verso libre,
el prosaísmo, los temas "no poéticos", las "imágenes
novedosas", etc. De esta manera, tenemos que este libro nace siendo un
punto de inflexión en la poesía brasileña, no sólo
por el genio creativo de Drummond, sino porque, como dice Wilson Martins,
surgió en un ambiente de "revolución estabilizada", en el
que, agregaría, el poeta puede buscar más tranquilamente
su propio camino.
Pero entonces, regresando a "No meio
do caminho", ¿cómo se dio la polémica que desató
este poema, según consignan casi indefectiblemente las referencias
a la obra de Drummond, por más escuetas que sean? La historia del
poema da pedra, como llegó a ser conocido, se inició realmente
con su inclusión en Alguma poesia; fue revisada ampliamente
en Uma pedra no meio do caminho. Biografia de um poema (Seleção
e montagem de Carlos Drummond de Andrade; estudo de Arnaldo Saraiva, Rio
de Janeiro, Editora do Autor, 1967) y continúa rindiendo frutos
como un fenómeno de gran riqueza no sólo en la historia de
la poesía brasileña sino en la de la crítica literaria.
Según Arnaldo Saraiva, la publicación en libro, en 1930,
provocó adhesiones y repulsas, aunque raros ataques por escrito.
Uno de los más graciosos es la parodia del indignado Gondim da Fonseca
(Correio da Manhã, Rio de Janeiro, 26/08/38), quejándose
de que ya no había rima y que cualquier incidente podía producir
un poema, "papagayando" cuatro o cinco veces lo mismo: "Eu tropecei agora
numa casca de banana. / Numa casca de banana! / Numa casca de banana eu
tropecei agora, / Caí pra trás desamparadamente, / E rasguei
os fundilhos das calças! / Numa casca de banana eu tropecei agora.
/ Numa casca de banana! / Eu tropecei agora numa casca de banana!". De
hecho, esta es una muestra de los deseos de restauración del "orden"
en la "Poesía" que más tarde fueron propugnados por la llamada
"Generación del 45".2
En ocasiones, éstos llegaron a excesos preceptivistas, como los
expresados por Domingos Carvalho da Silva, según refiere Sérgio
Buarque de Holanda: el buen verso no debe contener palabras esdrújulas;
la palabra "fruta" debe ser desterrada de la poesía en favor de
"fruto", al igual que "cachorro" en favor de "cão"; y el Océano
Índico es "más poético" que el Pacífico.3
De ahí que las acusaciones más frecuentes a "No meio do caminho"
sigan esa línea: 1) es irreverente con la Divina comedia,
"Nel mezzo del camin di nostra vita"; 2) las demasiadas repeticiones son
empobrecedoras; 3) la regencia del verbo "esquecer" es incorrecta; 4) en
vez de "haver", utiliza el verbo "ter" con valor impersonal, dando cabida
así a un brasileñismo muy frecuente en el habla cotidiana
del país, pero impropio en poesía.
Para la década de 1940, los
elogios y los ataques se intensifican –refiere Saraiva– por varias causas:
1) Drummond es una figura pública pues sucesivamente ocupa un puesto
importante en el Ministério da Educação, invitado
por su amigo Gustavo Capanema; se aproxima a Luis Carlos Prestes y es director
por unos meses del diario comunista Tribuna Popular; participa en
la frustrada remodelación del Departamento Nacional de Informações
(el antiguo Departamente de Informação e Propaganda, órgano
de censura de la comunicación social durante el Estado Novo); y
finalmente se asienta en la jefatura de la sección de historia de
la Direitoria do Patrimônio Histórico e Artístico Nacional.
2) Goza de un prestigio literario sólido con 6 libros de poesía
publicados, uno de prosa, y una participación constante en la prensa
como cronista. 3) Surge la llamada "Generación del 45" que ve en
Drummond un sobreviviente de los primeros principios estéticos del
modernismo y, por lo tanto, un "peligroso" e inteligente adversario. De
1950 en adelante, dice Saraiva, aumentan los elogios pero no desaparecen
del todo los ataques e ironías. A esas alturas parece que todo se
ha dicho: glosas, parodias, anécdotas, meditaciones, comentarios,
etc., y "No meio do caminho" ha sido calificado como: bufonada, babosada,
poema chistoso, poema futurista, marca indeleble de una fase de locura
de la poesía brasileña, el poema más característico
de nuestra época prosaica y tan agitada, mensaje tan simple e impresionante,
poema formidable y estupendo, el poema que todos nosotros quisiéramos
haber escrito, la mejor cosa del mundo, etc.
De hecho, esta avalancha de opiniones
fue la que llevó a Drummond a armar Uma pedra no meio do caminho.
Biografia de um poema. Necesitaba poner en claro esta confusión
que lo mantenía un tanto amargado, y exponer su punto de vista,
al lado de las reacciones contemporáneas a su aparición y
las impresiones que circulaban. De esta manera, dice Antônio Houaiss,
se integró un documento ejemplar de la sociología del gusto
literario, en torno a la poesía moderna en Brasil.4
En esta "biografía", Drummond afirma que su famoso poema "não
pretende expor nenhum fato de ordem moral, psicológica ou filosófica"
y que solamente quería "dar a sensação de monotonia
e chateação, a começar pelas palavras" (con lo cual
confirma la apreciación inicial de Mário de Andrade). Según
el autor, el poema había servido hasta esas fechas "para dividir
no Brasil as pessoas em duas categorias mentais". Aunque nunca dijo cuáles
eran éstas, no hay duda que el fenómeno de división
se había dado y que el poema albergaba una consciencia crítica
multiforme. Es decir, aunque no se supiera con exactitud qué entrañaba,
se percibía que había algo profundamente crítico que
inquietaba y abría la posibilidad a múltiples interpretaciones.
"No meio do caminho" no fue un exabrupto
modernista genial. Ya con anterioridad Drummond se venía afiliando
a la praxis modernista de violentar la sintaxis, practicar el verso libre,
el coloquialismo y el poema-piada, además de que Mário
de Andrade le había contagiado su nacionalismo. Sin embargo, el
nacionalismo drummondiano no resultó ser de exaltación sino
de regreso a la objetividad de las cosas. En una de sus tempranas colaboraciones
en A Revista (no. 1, julio 1925), el poeta ya apuntaba: "Agora,
o escritor foge de teorias e construções abstratas para trabalhar
a realidade com mãos puras", observación que recuerda el
"ver com olhos livres" del Manifesto da Poesia Pau-Brasil de Oswald
de Andrade. En otra (no. 2, julio 1925), afirma: "Não podemos oferecer
nenhuma permeabilidade aos produtos e detritos das civilizações
estrangeiras".5 Es aquí
donde la "teoría del cansancio" encaja. La solución no estaba
en complicados manifiestos, ni en importaciones (o en su contraparte: los
exotismos de exportación), sino en el cotidiano brasileño
y su lenguaje, en el regreso a las cosas, en el nacionalismo "con signo
de menos". Esto explica que la otra piedra que se atravesó constantemente
en el camino de Drummond fue Itabira, ciudad del estado de Minas Gerais
donde nació: en tupi, lengua indígena presente en gran parte
de los toponímicos brasileños, "itá" significa "piedra",
e "itá-bira" quiere decir "piedra levantada o empinada".
Publicado en "La Jornada Semanal", suplemento cultural
de La Jornada, no. 268, México, 23 de abril de 2000, p. 6.
NOTAS
1 En 1924, Drummond conoció a Mário de Andrade,
Blaise Cendrars y Tarsila de Amaral, en el Grande Hotel de Belo Horizonte,
cuando el grupo de la Semana de Arte Moderno regresaba de su excursión
a Minas. Fue entonces cuando inició una larga correspondencia con
Mário muy provechosa para su orientación literaria.
2 La "Generación del 45" es un concepto tan problemático
en la historia de la literatura brasileña como el papel de "No meio
do caminho". En él se mezclan criterios temporales, de preferencias
estéticas y de política literaria pues, como apunta João
Cabral de Melo Neto, no fue un movimiento. Entre sus supuestos integrantes,
observa el poeta a quien se incluye frecuentemente en el grupo, había
grandes diferencias.
3 Cf. Sérgio Buraque de Holanda, "Rebelião
e convenção", Diário Carioca, 20/04/52, en
Sérgio Buarque de Holanda, O espírito e a letra. Estudos
de crítica literaria II (1948-1959), Antonio Arnoni Prado (comp.),
Companhia das Letras, São Paulo, 1996, p. 504.
4 Cf. Antônio Houaiss, "Introdução"
a Carlos Drummond de Andrade, Reunião, Livraria José
Olympo, Rio de Janeiro, 1971, p. xxi.
5 Apud. Péricles Eugênio da Silva Ramos,
Do Barroco ao Modernismo, p. 263.
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