Matemática
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[para Alejandro Quevedo]
Bautizar toda la arena de un desierto,
la de todos, y encender en cada grano
el imán de un universo. En el desplome
alado descubrir la forma de las torres (todas),
las montañas, los silencios en órbita,
la sábana indócil de los pliegues
e indecisiones de todo viento y risa,
todo pirú danzante o diadema de espuma...
Rastrear la retirada de las piedras fundidas
sobre la palma de Dios; lienzo cegante
en el que alguno nos ha embalsado a tientas
cuando encontró el doblez en la palabra uno
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(Las cosas no naturales)
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