PARTES UN VERSO A LA MITAD Y SANGRA, 1997
INVOCACIÓN
Lengua de mis abuelos habla por mi
No me dejes mentir
No me permitas nunca ofrecer gato
por liebre
sobre los movimientos de mi sangre
sobre las variaciones de mi corazón
En ti confío
En tu sabiduría pulida por
el tiempo
como el oro en pepita bajo el agua
paciente del claro río
Permíteme dudar para creer:
permíteme encender unas
palabras para caminar de noche
No me dejes hablar de lo que no
he mirado
de lo que no he tocado con los
ojos del alma
de lo que no he vivido
de lo que no he palpado
de lo que no he mordido
No permitas que salga por mi boca
o mis dedos una música falsa
una música que no haya venido
por el aire
hasta tocar mi oreja
una música que antes no
haya tañido
el arpa ciega de mi corazón
No me dejes zumbar en el vacío
como los abejorros ante el vidrio
nocturno
No me dejes callar cuando sienta
el peligro
o cuando encuentre oro
Nunca un verso permíteme
insistir
que no haya despepitado
la almeja oscura de mi corazón
Habla por mí
lengua de mis abuelos
Madre y mujer
No me dejes faltarte
No me dejes mentir
No me dejes caer
No me dejes
No.
MUCHACHA EN SEAPORT VILLAGE
Yo bebía sambuca en
el muelle de San Diego
cuando la joven negra entró
en mis ojos
Café y sambuca le brindé (¿sin darme cuenta?)Café y sambuca la muchacha negra:
Ella aceptó
Eran las ocho de la noche
y el sol aún no se hundía:
yo me hundí en la muchacha
y en el infierno
En la pequeña plaza la ninfa blanca de la fuente
Un barco,
una montaña,
un velero amarillo:
Seaport Village reunió todo
el azul del mar
y lo puso a secar
En el oriente ardía la Luna
llena y en el poniente el Sol:
equilibrio perfecto:
el desequilibrado era mi corazón
Tenía un vestido blanco ciñéndole
la piel
como otra piel sobre la negra piel
que le ceñía el alma
Yo medí palmos de alma en
su cadera
y recorrí con mi lengua
más dulce su línea ecuatorial
Negra de belleza brutal y espesos
ojos abismales
Qué prodigio aquel Dios
amasando esas nalgas con tan humana inspiración
Divino pan
cocido con harina africana y americano
sol
Todo para las manos del mexicano
anónimo
tocado por la sal por
el mal
herido por la lanza pánica del amor ocasional
No era posible más negrura
mas sus areolas fueron aún
más negras
y la negrura se reconcentró
en el carbonizado pezón
altivo
rabiosamente vivo
coronando la más humana
flor
Su bosque despertó
con el rocío interno del
Deseo
y se abrió
como una roja flor bajo la lluvia
Se hundió mi corazón en tinta negra
Se hundió mi corazón
en el blues de sus ojos.
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