El viento y el álamo
A Luisa
1. 
Por sentir el temblor de cada hoja  
el viento se remansa alrededor del álamo 
y pone un nimbo en la tibieza de su fronda, 
una cúpula imantada, el ámbito de un roce 
----pero nunca un roce...  

En su atento corazón nada se mueve:  
en el aire quieto todo está quieto. 
 

2.  
Esta tarde, en este jardín,  
¡qué sed de animalidad le ha entrado al viento! 
Se echa al pie del álamo y quizá consentiría 
que alguien le rozara el impasible lomo. 

A su lado sin embargo todo se inquieta 
como una manada de lobos que vigila a la distancia, 
a media estepa, cómo beben sus lobeznos en el río... 
 

3. 
¡Qué sed de animalidad! ¡De mundo 
de machos y hembras y generaciones! 
De abrazar al fin esa muda intimidad como a una cría 
que nadie acaba nunca de tener  
cabalmente entre sus brazos. 
 
4. 
Por dejarse tocar al pie del álamo, 
el viento se hace aire entre los dedos. 
 
 
  (Rellano) 


 
 
Home
Índice