MÚSICA SOLAR, 1984



ELEGÍA FRENTE AL RÍO

Las once de la noche
y el trópico descansa de un combate feroz contra sí mismo

Vuelan nocturnas mariposas torpes
Hiende la luz el agua
Canta un sapo en la sombra que parte en dos la noche:
denso muro de grillos

                               Y estoy aquí
sin tus libros a mano

Oigo pasar el río
que un kilómetro abajo se junta con el mar

Fluye despacio la memoria:
te conocí bajo el árbol de imágenes
con el que reconstruiste el universo

Pardeaban los sesenta
Se hacía más confusa la confusión de los dieciséis años

Adivino la palabra por tu voz
                                           de algún modo
Pero sucede que no será posible decírtelo
ni oírte
          ni mostrarte jamás mi primer libro

A veces
la vida muestra todo su obsceno resplandor
Entonces
el tiempo es una gota congelada
un golpe suave que nos calla un segundo
y fija con extraño poder la circunstancia

Sucedió hace dos noches
Iba a leer en público
y alguien dijo tu muerte   de repente

Ahí empezó todo esto

Sembrada está en el fondo del oído esa semilla amarga

A orillas de mi voz pienso en Manrique:
oigo el río de Tuxpam que un kilómetro abajo se junta con el mar

El trópico descansa

Entra Raúl Garduño al pensamiento

Adviene la palabra

Muerde el tiempo:
                          las once de la noche
                                                        para siempre.
 
 
 

LLUVIA

No hay sol   No hay luna
No existen ya los árboles
Ni el furioso verdor de los potreros
Ni las bestias de lomos como arroyos
Ni el pueblo y sus murmullos

                                           Sólo la lluvia
Río de necedades   Silencio derramado haciéndose su voz
su cuerpo   su camino
Ciega    Tenaz    Enferma
Me ha dejado sin hijos   Sin mujer   Sólo conmigo
Planta sin hojas   piedra   Lluvia tal vez yo mismo cayendo
hacia mi oscuro fondo

Cae el cielo vacío   Se desborda la mirada del agua   Y yo
Lluvioso yo cayendo hacia mí mismo:
el mí y el yo fundiéndose   perdiéndose   diluyendo su brillo elemental
en la materia elemental del self:
                                         lluvioso yo cayendo hacia mí mismo
: follaje   tronco   espeso raicerío
hundiéndose en el lodo   en la tierra nutricia
en el agua materna   en el oscuro fondo de todas las Edades

Quema un largo silencio entre las ráfagas

La lluvia desbarata su chasquido   Se llena de sí misma
Hasta el fin
                Hasta ahogarse en la sombra
Purificando
                Lavando
                    Disolviendo
Fecundando.
 
 

CICATRIZ DEL AIRE

Descorro las cortinas de la noche
y entra el rumor de Tuxtla hasta el cuarto de hotel
donde
         como una cicatriz del aire
arde el recuerdo de tu cuerpo

La limpieza perfecta del espejo
me devuelve una imagen incompleta

Estás de viaje en este instante que se alarga
y sé que tienes sueño
y sé que tú también miras la oscuridad
Tu mirada penetra los ojos de la noche
y viaja hasta encontrar
                                como al fondo de un pozo
otra mirada ardiendo

Soy quien te ve desde la noche abierta más allá del cristal

Es la noche de Tuxtla
El rumor desleído en la distancia
El vaho del miedo como un muro de imágenes

Y el aletear lentísimo del sueño.
 
 
Ojo de jaguar Cuadernos contra el ángel


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