IV Vamos a hablar del Príncipe Cáncer, Señor de los Pulmones, Varón de la Próstata,que se divierte arrojando dardosa los ovarios tersos, a las vaginas mustias,a las ingles multitudinarias. Mi padre tiene el ganglio más hermoso del cánceren la raíz del cuello, sobre la subclavia,tubérculo del bueno de Dios,ampolleta de la buena muerte,y yo mando a la chingada a todos los soles del mundo.El Señor Cáncer, El Señor Pendejo,es sólo un instrumento en las manos obscurasde los dulces personajes que hacen la vida. En las cuatro gavetas del archivero de maderaguardo los nombres queridos,la ropa de los fantasmas familiares,las palabras que rondany mis pieles sucesivas. También están los rostros de algunas mujereslos ojos amados y solosy el beso casto del coito.Y de las gavetas salen mis hijos.¡Bien haya la sombra del árbolllegando a la tierra,porque es la luz que llega! |